sábado, 23 de enero de 2010

EL TRABAJO EN EQUIPO

Os dejo el link para que veáis un video muy interesante...

Feliz fin de semana!



http://www.youtube.com/watch?v=JDnMt8K11GU

domingo, 17 de enero de 2010

REFLEXIÓN: EL DESAPEGO

Desarrollar una actitud espiritual y elevada requiere comprender y practicar una virtud a menudo incomprendida, pero esencial en nuestro desarrollo interno: el desapego.

Una práctica muy beneficiosa es la de posicionarnos como un observador desapegado. La actitud y el estado interno de un observador desapegado nos liberan de absorber las influencias de cada palabra, sentimiento y actitud, evitan que nos impliquemos en exceso en lo que está sucediendo y nos permiten transformar nuestras tendencias reactivas. Observar nos proporciona paciencia y claridad para pensar y actuar con precisión. Observar crea un foco interno que nos permite ver la realidad con mucha más objetividad.

Fortalecemos el desapego cuando comprendemos y practicamos la conciencia de ser un depositario. Tenemos una relación con todo lo que nos rodea. Obviamente, la relación que tenemos con las personas y objetos de nuestro entorno inmediato es más íntima que con el resto del mundo. Con frecuencia, la relación se vuelve en mayor o menor grado posesiva. En nuestras mentes pensamos que poseemos cosas como coches y casas, trabajos y proyectos, posiciones, y quizás incluso otras personas.

Lo que olvidamos es que no podemos poseer nada. Podemos cuidar, podemos usar, podemos disponer. Pero no podemos poseer. Como reza el dicho: cuando te vayas, no puedes llevártelo contigo. Y sin embargo, es la idea de posesión la que yace en la raíz de todos los miedos y conflictos. El miedo a la pérdida, el miedo a no poder conseguir lo que ya hemos decidido que es nuestro en nuestras mentes.

Por tanto, ¿qué relación mejor podemos elegir que se lleve todos nuestros miedos? La de ser un depositario. En el río de la vida, todo nos llega en confianza, para que lo usemos con sabiduría y después lo soltemos. La conciencia del depositario nos libera de la tensión de codiciar y almacenar. Vernos como depositarios de todo lo que recibimos, incluso de nuestro cuerpo, fortalece nuestra capacidad innata de cuidar de todo y de todos con amor y dignidad. Es un sentimiento mucho más relajante para relacionarnos con todo aquello (personas y recursos materiales) que tenemos el privilegio de recibir en la vida.

Finalmente, es con desapego y con la conciencia de un depositario, que podemos experimentar el AMOR PURO. Del mismo modo que la rosa está desapegada de las espinas que posee y sigue esparciendo su fragancia, un alma desapegada desarrolla la capacidad de no influenciarse por las personas o circunstancias que la rodean. Su conciencia va más allá de las cosas limitadas y permanece en conexión con lo ilimitado.

El desapego significa mantener una postura objetiva ante cualquier situación, persona o material. Es decir, con desapego podremos tomar decisiones de forma consciente sin influencias externas, asumiendo nuestra responsabilidad y por tanto nuestra libertad.

Os voy a explicar una experiencia personal. Ayer con mi madre tuve una conversación sobre este tema y ella entiende que las circunstancias y los bienes materiales y las personas que queremos son los que nos dictan el camino a seguir. Sin embargo, no nos limita nadie más y nada más que nosotros mismos. Muchas personas aun siguen pensando de esta forma, como mi madre, y eso les hace presos de las circunstancias y de lo que les rodea.
Sí, es tan sencillo como asumir que cada decisión, cada camino que tomamos en la vida lo hacemos por nosotros mismos, así SERIAMOS LIBRES. Sin embargo es más fácil refugiarnos tras la frase: "no tenía otra opción".

El desapego es LIBERTAD. Nadie es nuestro y no somos de nadie. Si dejamos en manos de otros nuestra felicidad estamos levantando un muro de limitaciones que nos impidirá alcanzar la libertad. Del mismo modo nos ocurre con los objetos.

Recuerda esto: Lo que olvidamos es que no podemos poseer nada. Podemos cuidar, podemos usar, podemos disponer. Pero no podemos poseer. "Cuando te vayas, no puedes llevártelo contigo". El miedo a la pérdida, el miedo a no poder conseguir lo que ya hemos decidido que es nuestro en nuestras mentes. En el río de la vida, todo nos llega en confianza, para que lo usemos con sabiduría y después lo soltemos. La conciencia del depositario nos libera de la tensión de codiciar y almacenar.

En este humilde blog, que cuido y uso como plataforma, comparto experiencia con quiénes quieran asumir su responsabilidad de cambio y quieran lograr la LIBERTAD, pero por supuesto asumo que no es fácil. Sin embargo al márgen de las pocas respuestas y colaboración que obtengo por vuestra parte, sigo adelante.

No sois los responsables de mi decisión, no me obligáis a seguir o a desistir, sino que YO soy quién elige continuar en la brecha.

Del mismo modo, sé que mi pareja no me pertenece, que la casa en la que vivo es un techo que me resguarda ahora y el dinero es necesario para vivir. YO decido ser un depositario.

¿Por qué creéis que existen personas que desde pequeños han sido maltratados, abandonados y que no han tenido muchas oportunidades en  la vida han logrado éxito y felicidad y otras no? ¿Por las circunstancias, por los demás, o por ellos mismos y sus decisiones? ¿Creéis que los que logran lo que se proponen tienen conciencia de depositarios?

Y acabo con esta pregunta:  ¿En vuestras decisiones no existe otra opción?


Un abrazo AMIGOS,

Os deseo un feliz día!



Rocío Martín